A medida que hacemos la transición a una rutina de escuela, trabajo y al cambio de clima, es un buen momento para recordar que también necesitamos movernos diariamente y hacer tiempo para actividades físicas con nuestras familias. Ajuste la actividad física al horario de su familia comenzando poco a poco. Establecer demasiadas metas es una forma segura de agotarse rápidamente. Comience introduciendo una nueva actividad familiar y agregue más cuando sienta que todos están listos. Lleve al perro a dar un paseo más largo, juegue otro juego de pelota o vaya a una clase adicional de ejercicio.
Aquí hay algunos consejos más:
- ¡Apague el televisor! Establezca un límite de tiempo para ver televisión y jugar videojuegos. En lugar de un programa de televisión, juegue un juego familiar activo, baile con su música favorita o salga a caminar.
- Planifique con anticipación y realice un seguimiento de su progreso. Escriba sus planes de actividades en un calendario familiar. Deje que los niños ayuden a planificar las actividades. Permítales marcarlo después de completar cada actividad.
- Incluya trabajo en la casa. Invite a los niños a participar en el trabajo de jardinería y otras tareas activas en la casa. Pídales que lo ayuden a rastrillar, deshierbar, plantar o aspirar.
- Obsequie a la familia con actividad física divertida. Cuando llegue el momento de celebrar en familia, haga algo activo como recompensa. Planifique un viaje al zoológico, parque o lago para obsequiar a la familia.
- Incluya a otras familias. Invite a otros a unirse a sus actividades familiares. Esta es una excelente manera para que usted y sus hijos pasen tiempo con amigos mientras están físicamente activos. Planifique fiestas con juegos activos como bolos o una carrera de obstáculos, inscríbase en programas familiares en la YMCA o únase a un club recreativo.